Hola, vivo en Valencia y no se qué hacer. Mi madre con 73 años hace 3 años que no se ducha, ni se asea, ni deja que le cortemos las uñas. Hace 40 años que no se hace un análisis, ni ha visitado a un medico hace 20 años, no quiere salir de casa, y no la ha visto nada más que la médico de cabecera que vino a casa hace un mes y simplemente haciéndole un test (no se dejó hacer el análisis de sangre) le salió una demencia en grado moderado/alto, y nos dio haloperidol 10 gotas diarias. Al no salir de casa, quizás también tenga Alzheimer u otra demencia pero el psiquiatra y el neurólogo de la seguridad social no van a ir a casa, ella vive con mi padre (que yo creo que está depresivo) porque se pasa el día entero cara a la tele y ni cocina ni pone lavadoras y también hace 3 años que no visita al medico de cabecera por sus problemas físicos, los vecinos están muy preocupados porque ya se incendió una olla el año pasado en la cocina estando mi padre dentro y no olió nada. Así que la medico de cabecera nos ha dicho que a ver si con esas 10 gotas la sedamos y conseguimos poderla llevar a un medico y ducharla, pero llevamos 2 semanas y sigue igual de agresiva cuando la sacamos de su rutina, así que me encuentro sola, yo soy partidaria de haber instado una incapacitación judicial, soy abogada y se lo explique a mi padre el cual me dijo que ni se me ocurriera, que llevarse a la fuerza a mi madre 3 enfermeros eso no lo iba a consentir, así que no se qué hacer porque es un peligro para todos esta situación.
Mil Gracias, me gustaría hacerme socia, sé que en Valencia tenéis delegación.
Entendemos lo preocupada que se encuentra con la situación de su madre.
Los problemas de conducta que nos comenta (no querer salir de casa, no querer asearse, no realizar tareas de la casa, agresividad, etc.), la larga evolución (tres años) unidos a la puntuación del test de valoración cognitiva, hacen pensar en que su madre padece algún tipo de demencia. Lo que no podemos saber es la causa de esa demencia. Pero independientemente de que esa demencia pueda deberse a una Enfermedad de Alzheimer, o pueda deberse a otra causa, creo que en el caso de su madre la prioridad sería controlar las alteraciones de conducta y completar el estudio.
En la demencia siempre hay alteraciones cognitivas, alteraciones psicológicas y conductuales y alteraciones funcionales. Parece que su madre tiene problemas en esas tres áreas, y además probablemente padece una enfermedad psiquiátrica. Y aunque, en general, la evolución es hacia un deterioro progresivo, dependiendo de la causa y de la evolución, es posible mejorar la calidad de vida del paciente y de su familia con medidas farmacológicas y no farmacológicas.
La estrategia de utilizar haloperidol para sedar a su madre y conseguir sacarla de casa no parece la más adecuada, porque, además de que es difícil ajustar la dosis, pueden darse efectos secundarios y respuestas paradójicas (en sentido contrario a lo esperado), y dependiendo de que exista alguna otra enfermedad neurológica que pueda ser causa o colaborar en la demencia puede resultar perjudicial.
También está claro que hay que trabajar con su padre, que es quien convive con la enferma. Probablemente la enfermedad lleva mucho tiempo de evolución y su padre ha tapado los trastornos y carencias que le provocaba a su madre, hasta que estos han sido muy evidentes. Hay que hablar con él para saber cómo ve él el problema y qué piensa que es lo mejor.
Es probable que en esa conversación su padre reconozca que las cosas no van bien, que hay una enfermedad, y que tanto él como también su madre sufren a causa de la misma, aunque discrepen con usted en la solución. Si esto es así, y lo reconocen, hay un primer punto de partida para buscar juntos una solución.
Como ante cualquier problema, siempre podemos ver dos soluciones extremas: una, dejar las cosas como están, y que sus padres sigan su vida. Otra sería forzar un ingreso involuntario por orden judicial. Creo que las dos soluciones extremas son malas. La primera, porque es dejar abandonados a sus padre. La segunda, porque sería forzar la situación y romper la colaboración con su padre.
Entre estas dos soluciones extremas hay un abanico de posibilidades a explorar. Y no son excluyentes entre sí.
Además de contactar con la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias más próxima a su domicilio (www.ceafa.es), se me ocurren las siguientes:
• Seguir en contacto con el médico de atención primaria para pedirle que los visite de nuevo en el domicilio, cuando le sea posible, y establezca un plan de visitas o de seguimiento para ir ganando su confianza (por ejemplo, además de que su médico vaya al domicilio con la excusa de cualquier problema de salud, su padre puede ir al Centro de Salud a por recetas y allí se puede hablar con él sin la presencia de su madre). Es evidente que hay que cambiar la medicación y ajustar las dosis con una vigilancia frecuente.
• En este mismo sentido, también se puede intentar proponer la realización de consultas o análisis con motivo de actividades preventivas o de otros problemas de salud que no provoquen rechazo en sus padres (diabetes, hipertensión arterial etc.).
• Ponerse en contacto con los servicios sociales. Sólo por el hecho de que un matrimonio anciano viva solo puede existir una situación de riesgo, Si además hay alguna enfermedad, como es el caso, el riesgo es más evidente. La presencia de los servicios sociales no presupone ninguna actuación solo que por parte de eses servicios se conozca la situación e iniciar un expediente, por si en algún momento se solicitara su intervención. Par iniciar un expediente de servicios sociales le van a pedir un informe sobre la situación de salud de sus padres, que tendrán que elaborar el médico y la enfermera de atención primaria.
• También es conveniente estudiar la propuesta que usted hace de incapacitación. Si su madre no es capaz de cuidarse a sí misma, la incapacitación, al igual que otras figuras legales, como la tutela, son medidas legales dirigidas a proteger a su madre, no a anularla o necesariamente a ingresarla. Usted es abogada y seguramente conoce bien estas cuestiones. Hay que insistir en que lo que buscamos es lo mejor para su madre, y proteger a su madre, y también a su padre, de los riesgos que supone la conducta de su madre, y también hay que diferenciar el proceso de incapacitación o de tutela de lo que sería un ingreso involuntario por orden judicial, que es lago que debe reservarse para situaciones urgentes de gravedad.
• Si tiene usted otros hermanos, o hay algún familiar directo de sus padres con una relación cercana, también sería conveniente hablarlo con ellos, para asegurarse de que todos aprecian el problema y su importancia, y tratar de dar todos el mismo mensaje, desde la preocupación por el estado de sus padres.
Se enfrenta usted a una situación muy difícil, y confiamos en que encuentre apoyo en la búsqueda de soluciones, y éstas resulten eficaces y satisfactorias.

Enrique Arrieta Antón

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