Mi madre es una señora de 64 años de edad, últimamente ha presentando constantes «olvidos», por ejemplo, dónde deja las cosas o de las mismas conversaciones «¿qué te iba a decir?», pero lo que me preocupa es que el viernes me comentó que en el mercado de la colonia no sabía por donde regresar a casa debido a que no encontraba la salida (en esa colonia ella ha vivido siempre), ¿con qué doctor lo debo llevar? ¿Y qué estudios le deben hacer?
El profesional de referencia inicialmente es el neurólogo y/o el geriatra. El neuropsicólogo será quien realice la valoración neuropsicológica y en ocasiones será el psiquiatra quien apoye en el manejo farmacológico de los trastornos psicológicos y conductuales.
Para hacer un diagnóstico, lo más importante es la historia clínica, pero también existen otras pruebas que pueden ayudar al especialista, fundamentalmente porque permiten descartar otras enfermedades. Por lo tanto, para diagnosticar a una persona de enfermedad de Alzheimer (u otra demencia) es necesario lo siguiente:
● Una historia médica completa, que incluya información sobre la salud general de la persona, los problemas médicos previos y cualquier dificultad que presente en las actividades de la vida diaria (compra, transporte, uso de teléfono, cocinar, autocuidado, control de medicación, etc.)
● Pruebas diagnósticas médicas, tales como exámenes de sangre y de orina, que ayudan al profesional a descartar otras enfermedades que también cursan con síntomas similares (déficit de vitamina B12, Anemia, problemas tiroideos, hipercolesterolemia, entre otros.)
● Un examen neuropsicológico, para valorar la memoria, la capacidad de resolver problemas, la atención, el cálculo, el lenguaje, la orientación, entre otros. Dichos exámenes se realizan con la ayuda de test diseñados y aprobados por la comunidad científica, para valorar alteraciones significativas. De este examen será emitido un informe que debe ser lo más sencillo y claro con el fin de que la familia (y la persona enferma, si fuera el caso) comprenda lo que está ocurriendo y se haga una composición de lugar sobre las expectativas a tener con la persona enferma evitando así sobreexigencias o sobreprotección.
● Debe descartarse la existencia de una depresión, que a veces puede simular un cuadro de demencia. Lo más frecuente, sin embargo, es que las dos enfermedades coexistan. Es decir, muchas personas enfermas de Alzhéimer presentan, además, depresión.
● Exámenes del cerebro con Escáner (TAC) o con Resonancia Magnética (RM) que permiten al profesional observar si hay algo que no parezca normal.
Con estas pruebas, podríamos señalar que el diagnóstico es fiable dado que el grado de acierto diagnóstico es del 80-85% y los errores se cometen con otras enfermedades neurodegenerativas. En casos dudosos, algunas pruebas de medicina nuclear como la SPECT o PET con glucosa pueden ayudar al diagnóstico. En esta misma línea, la punción lumbar también puede servir al diagnóstico.
Esperando haberle sido de utilidad, reciba un cordial saludo.

Claudia Morales Delgado

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