Tengo a mi madre con demencia desde hace un año aproximadamente, nos gustaría que nos orientara un poco porque a veces se pone violenta y no sabemos qué hacer.
La evolución y manifestación de los trastornos de conducta tiene mucho que ver con la personalidad previa: algunos son agresivos y otros apáticos, unos conservan intacta su amabilidad y la dulzura que le caracterizaban mientras otros se vuelven irritables sin causa aparente.
La Terapia Conductual y manejo ambiental A-B-C es la más utilizada. La base de esta intervención radica en que toda conducta problemática (B) tiene un antecedente (A) y una consecuencia (C). En relación con la aparición del problema hay que tener en cuenta:
¿Cuándo aparece? Por la mañana, al anochecer, comiendo, por la tarde después de comer.
- ¿Dónde aparece? Puede aparecer en cualquier lugar determinado, en casa de un familiar o amigo, en el centro de día.
- Antecedentes: algunas situaciones precipitan el problema. Obligarla a hacer algo concreto, ruidos o varias personas que llegan a casa, no ha tomado la medicación, no ha descansado lo suficiente, hablar de ella como si no estuviese presente, humillarla o avergonzarla sin intención, pasar por encima de ella sin respetar su dignidad o autonomía, cambios de ambiente, dificultades en la comunicación, ruido ambiental, iluminación inapropiada de la habitación, estar en un lugar desconocido, etc.
- ¿Cómo evoluciona? Sucede siempre de la misma manera, pone gesto de dolor, llora o grita.
- ¿Qué sucede después? Los efectos o consecuencias de la aparición del problema, cómo afecta a la familia o amigos, a la persona con demencia y al cuidador.
Por lo tanto, los cambios en el estado afectivo y el comportamiento de una persona con demencia no se producen sin un motivo que los provoque; suelen venir precedidos de una o varias causas que los desencadenen y su alteración es la forma mediante la cual la persona enferma expresa su situación. Es su forma de reaccionar ante determinados sucesos del entorno pues ya no cuenta con las competencias necesarias para gestionarla correctamente.
Por este motivo le sugerimos tres características que debe tener un entorno adecuado:
Que sea sencillo: El entorno se debe simplificar pero conservando siempre las cosas personales y recuerdos de la persona enferma.
- Que sea estable: Establecer rutinas, no cambiar los hábitos y gustos de la persona enferma.
- Que sea seguro: Se deben evitar o suprimir todo tipo de peligros.
Finalmente, le sugerimos un texto que sabemos es muy útil para cualquier persona que cuide de una persona con demencia:
- Evita discutir, es preferible que te pongas de acuerdo con ella.
- Evita tratar de razonar con ella, es preferible que trates de distraer su atención
- Evita avergonzarla o hacer evidentes sus pérdidas, mejor valora y refuerza lo que sí hace bien.
- Evita darles lecciones y menos delante de otros. Aunque hacen cosas de niños no lo son, son adultos con una enfermedad.
- Evita pedirle que recuerde, rememórale tu mismo las cosas y hechos.
- Evita decirle “ya te dije”, mejor repíteselo cuantas veces haga falta.
- Evita mostrarle su incapacidad, invítala a “hacer lo que pueda”
- Evita exigirle, es preferible que sugieras, que la invites a ayudarte, por ejemplo.
Por último, y ya que están en una primera etapa, le sugerimos que busque si existe alguna Asociación de Familiares de personas con demencia (AFA) en su zona, como también que descargue el Manual para Cuidadores que encontrará gratuitamente en la página web del proyecto kNOW Alzheimer.