Mi abuela de 72 años hace 6 años que sufre esta enfermedad inexplicable, desde que murió mi abuelo. Su enfermedad está avanzando, se hace encima sus necesidades, no deja que la bañemos y se pone violenta. La psiquiatra nos dijo que hay que internarla porque es peligroso para ella y para nosotros. Para mí es muy doloroso, sufro mucho por el solo hecho que no se acuerde quien soy, ¿qué puedo hacer para superar esta situación?
Por lo que describe de la situación, y dado que como señala han pasado 6 años desde el diagnóstico, podríamos suponer que su abuela está en una segunda fase de demencia en la que son comunes los trastornos psicológicos y conductuales (agresividad y resistencia al baño, entre otros) como también la incontinencia. Estos trastornos tienen tratamiento farmacológico (que tendría que valorar el médico) y no farmacológico, que incluye manejo ambiental e información para ustedes que son sus cuidadores para que aprendan a lidiar con ellos y conseguir que no produzcan tanto trastorno como parece que está ocurriendo.
Lo más importante en el trato de una persona con Alzheimer es no forzar ni intentar que razone para conseguir determinadas conductas. La agresividad, por ejemplo, puede tener relación con el deterioro asociado a la enfermedad como también ser una reacción a la confusión, desorientación y miedo que sienten normalmente. Por este motivo, es importante conocer cuáles son las situaciones que le producen esas reacciones y cuál es la actitud como cuidadores que ella tolera mejor. En ocasiones, reciben mejor los cuidados de determinados miembros de la familia especialmente si se le trata con paciencia, respeto y manteniendo su dignidad. Esto, en el caso de la resistencia del baño, es especialmente importante. Procure encontrar el momento en el que ella esté más tranquila para sugerir el baño como también hacerlo de tal manera que ella no se sienta amenazada ni demasiado insegura. Recuerde que el momento del baño resulta especialmente delicado, se sienten muy vulnerables y dependientes, lo que puede incidir en que sienta invadida si intimidad y por ello reaccione agresivamente.
Por otro lado, las personas con Alzheimer son especialmente sensibles a su entorno y a las emociones del resto de la familia, por lo que procuren mantener contacto con ella desde la tranquilidad y no desde el temor ni desesperación.
Finalmente, comprendo su angustia y sufrimiento por lo que está viviendo su abuela. No obstante, es muy importante que acepte la realidad, indudablemente dolorosa, y se adapte a sus necesidades para hacerle sus días lo más apacibles posible. No dudo de la dificultad de este proceso, sin embargo, es la única vía que puede ayudarle a cuidarla adecuadamente.
En relación a la internación a la que se refiere, no existen normas definitivas, pues depende de cada caso y la capacidad que tenga la familia para aprender a convivir con los síntomas que en muchos casos producen gran sobrecarga. Existen distintas opciones, una de ellas es la internación total como también existen medidas intermedias como centros de día en los que ella recibe la estimulación adecuada y está más supervisada por profesionales. Esta decisión debe valorarse en familia y después de intentar un manejo en la familia que es donde mejor estará.
Igualmente, le sugiero contacte con la Asociación de Familiares más cercana a su domicilio (www.ceafa.es), pues representan un gran recurso de apoyo tanto para ella como para ustedes como familia. Encontrará a personas que viven o han vivido la misma situación como también profesionales especializados que sabrán como orientarla y significar un apoyo para ustedes.
Rosa Mª Brescané
Representante de CEAFA. Comité Científico kNOW Alzheimer