¿Se puede hacer la valoración de un paciente con Alzheimer sin estar éste presente en la consulta, solamente con lo que los familiares verbalizan? Soy un profesional que trabaja en un centro de día y estos casos se nos han dado con cierta frecuencia.
Es cierto que muchas veces se nos plantea este dilema. En principio siempre hay que hacer una primera valoración al enfermo, porque si no, no podremos hacer el diagnóstico de la enfermedad.
La información suministrada por los familiares es crucial en el proceso diagnóstico, pero inválida sin la presencia del paciente, su exploración física y su evaluación cognitiva.
Una vez conocido el enfermo, y tras varias visitas, sí es posible controlar la sintomatología neuropsiquiátrica según nos lo verbalice el familiar (que debe ser fiable en su criterio y opinión). Pero sin un primer abordaje formal y rigorista con el enfermo presente no es posible establecer un diagnóstico correcto.