Ejercicio físico para mejorar la capacidad cognitiva
Frecuentemente se ha sugerido que mantenerse físicamente activo es una de las claves para la protección frente a enfermedades neurodegenerativas como la demencia y el Alzheimer. Recientemente, una revisión sistemática llevada a cabo por el Dr. Gomes-Osman de diferentes estudios que relacionan los beneficios del ejercicio físico en personas mayores, recomienda realizar 1 hora de ejercicio al día, tres veces por semana, hasta alcanzar un mínimo de 52 horas para mejorar la capacidad cognitiva, tanto en personas mayores sanas como en las que padecen deterioro cognitivo.
Dado que el efecto de las terapias farmacológicas actuales es limitado, la promoción de la salud mental es cada vez más importante para la población. Los ensayos clínicos hasta la fecha han demostrado que los efectos del ejercicio físico pueden variar, pero todos coinciden en su efecto beneficioso.
Tipos de ejercicios físicos que mejoran el estado cognitivo
El ejercicio aeróbico, como caminar, montar en bicicleta o bailar, es el más usado por las personas mayores, aunque otros también realizan entrenamiento de resistencia (fuerza) y ejercicios de mente y cuerpo, como el yoga o el tai chi, o varios tipos en combinación.
El beneficio sobre el estado cognitivo se ha encontrado con varios tipos de ejercicios diferentes, y de diferentes niveles de intensidad, de tal manera que aquellos sujetos que no tengan suficiente resistencia cardiovascular, motivación o capacidad funcional también podrían beneficiarse de la realización del ejercicio físico. Solo hay que escoger el más adecuado para cada persona en función de sus gustos y sus posibilidades.
Los diferentes tipos de ejercicio pueden afectar a la cognición por diferentes vías, tanto en sujetos sanos como en pacientes que ya han comenzado a mostrar síntomas de deterioro cognitivo. Todos ellos mejoran la atención en general, aunque esta mejoría se aprecia en mayor medida en individuos diagnosticados de deterioro cognitivo leve y demencia.
Los estudios revisados ponen de manifiesto que la mayoría de los pacientes que muestran beneficio clínico tras la realización de ejercicio físico de manera regular eran sedentarios, por lo que modificar los hábitos de vida sedentarios también es un factor clave en la mejora de la función mental.
Recomendaciones para el ejercicio físico
Actualmente se recomienda realizar 150 minutos de ejercicio moderado a la semana, o 75 minutos de ejercicio intenso, para alcanzar beneficios sobre la salud física. Sin embargo, comparado con la salud mental, ésta requeriría la realización de ejercicio más a largo plazo.
Los resultados de los diferentes estudios revisados sugieren que 1 hora de ejercicio al día, 3 veces a la semana hasta un total de 52 horas se relaciona con un aumento en la capacidad cognitiva. No obstante, de igual manera que con la salud física, es probable que se obtengan beneficios adicionales más allá de las 52 horas.
Futuras investigaciones
Esto arroja luz sobre la relación entre el ejercicio físico y la promoción de la función cognitiva y la salud mental, así como sobre los tipos de ejercicio y la duración de los mismos. En base a estos hallazgos, los estudios futuros podrían enfocarse a determinar las horas semanales, la frecuencia e intensidad más adecuada para desarrollar guías de actuación.
Mientras tanto, pongamos en práctica lo que sabemos: el ejercicio físico adaptado a cada individuo en particular posee beneficios en los adultos mayores con y sin signos de deterioro cognitivo.

Ana Molinero Crespo

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