Mi abuela tiene 74 años y padece de Alzheimer; necesito saber qué actividades puede realizar ella, y también quiero saber si es normal que baje de peso a pesar de que come bastante.
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa de curso lentamente progresivo. Los deterioros en las funciones cerebrales superiores (memoria, lenguaje, capacidad de juicio, orientación, capacidades ejecutivas, etc.) y en la capacidad funcional del paciente, evolucionan a lo largo del tiempo (10-14 años de media) desde fallos leves hasta la dependencia completa. Quiero decir con esto que es necesario conocer en qué fase de la enfermedad se encuentra su abuela, para recomendar un tipo de actividades u otras. En general, se recomiendan actividades de estimulación cognitiva global, que estén adaptadas a la situación del paciente en cuanto a su nivel de deterioro y capacidades residuales, y que habitualmente son llevadas a cabo por neuropsicólogos en Centros de Día o recursos similares. En fases leves-moderadas de la enfermedad se recomiendan terapias de orientación a la realidad (lugar, día, fecha, hora, etc.), ejercicios de memoria, lenguaje, atención, capacidades visuoespaciales, relajación, etc. En las fases moderadamente graves y graves se usan técnicas como la terapia de reminiscencia (usar recuerdos placenteros de la vida del paciente -fotos, vídeos, etc.), la musicoterapia (músicas agradables para la paciente, reconocibles por ella), aromaterapia, etc. que más que la estimulación cognitiva, buscan su bienestar emocional. Por tanto, en función de la situación de la paciente serán recomendables un tipo de actividades u otras. Le recomiendo que acuda a la Asociación de Familiares de Alzheimer más cercana a su domicilio (consulte en www.CEAFA.org), donde le podrán asesorar.
En cuanto a la pérdida de peso, efectivamente suele ser una constante. Los factores que la provocan no siempre son bien conocidos. En algunas ocasiones las pérdidas de peso pueden estar agravadas por alguno de los fármacos que tome la paciente, la comorbilidad (otras enfermedades que padezca, alteraciones del tiroides o diabetes, por ejemplo), etc. Junto a una adecuada evaluación nutricional (para detectar deficiencias o malnutrición) por parte de su médico, se recomienda que la dieta sea variada, adaptada al gusto del paciente, simple y fácil de administrar, ajustada en sus requerimientos calóricos a la actividad del paciente (si padece de deambulación errática, por ejemplo, los requerimientos calóricos serán mayores), en 5-6 tomas, con abundante hidratación (1,5-2 litros de agua/día) y suplementada en el caso de haberse observado en la valoración nutricional deficiencias específicas (B12, ácido fólico), o desnutrición calórico-proteica.