Tengo a mi madre de 62 años con Alzheimer, para mí una terrible tragedia. Y está en la fase de leve a moderada. Se da cuenta de las cosas, pero no coordina ya bien el pensamiento, con mucha desorientación en tiempo y a veces en lugar. Y sobre todo, está muy apática. No quiere trabajar nada la memoria. Lo último que hemos intentado es que vaya una terapeuta a casa y se niega totalmente. No sé qué hacer ya. Y todos los comentarios de expertos que he oído, son que si no hace nada de actividad, el deterioro cognitivo será rapidísimo. Y estoy muy preocupada.
La situación que describe es bastante común en algunas personas que son más conscientes de enfermedad y, dentro de su deterioro, mantienen la necesidad de hacer valer su opinión y tomar algunas decisiones. Su madre es joven y es muy probable, como natural, que sienta mucho miedo frente a los síntomas de al enfermedad Alzheimer que experimenta. Los síntomas que comenta: la oposición, la apatía, las dificultades de pensamiento y de juicio, la desorientación, son todos trastornos psicológicos y de conducta asociados a la enfermedad de Alzheimer, son difíciles de manejar y, es innegable, probablemente son los síntomas que provocan más sobrecarga en el cuidador. También es cierto que sabemos que la psicoestimulación es una terapia muy adecuada en las primeras fases del Alzheimer y que permite enlentecer un poco el proceso; sin embargo, no podemos obligarles ni imponerles actividades que no acepten hacer. En ocasiones, esta resistencia también tiene que ver con la evitación de que sean evidentes sus pérdidas, recuerde que es muy importante mantener su dignidad y autoestima hasta el último momento.
Comprendemos que es una situación difícil tanto para ella como para usted, y así y todo, le sugerimos que no se adelante a los acontecimientos y acompañe a su madre como cuidadora dando todo lo que pueda y sepa dentro de los límites que la enfermedad y ella misma le impone. Sabemos que existen personas enfermas únicas con procesos que muchas veces son muy distintos unos de otros. De ahí que si ella rechaza una estimulación formal, intente que el contacto con ella en lo cotidiano sea lo más estimulante posible: escuche música, muéstrele fotos, invítela a dar paseos, intégrela en las actividades de la casa, aunque no lo parezca, puede ser estimulante para ella. De todos modos, igualmente le sugerimos que se lo comente a su médico de cabecera, pues en ocasiones un antidepresivo, por ejemplo, puede ser necesario si hay mucha consciencia de enfermedad. Viva el día a día, disfrute de lo que aun preserva su madre, muéstrele su cariño y siempre hágale saber que cuidará de ella , que no es un estorbo y que es importante para usted.
Rosa Mª Brescané
Representante de CEAFA. Comité Científico kNOW Alzheimer