La alta prevalencia de la enfermedad de Alzheimer y el incremento de la misma debido al envejecimiento de la población provocan consecuencias negativas, tanto en la salud de los individuos afectados y sus familiares como en el sistema sanitario, que soporta costes elevados derivados de la enfermedad.
El hecho de que los tratamientos actuales no sean curativos y que solo enlentezcan el desarrollo de la enfermedad ha favorecido, desde hace una década, la implantación de programas preventivos para mejorar notablemente las condiciones de vida de los afectados.
En el Congreso Mundial de Alzheimer del año 2000, el Dr. Shenck mostraba unos resultados esperanzadores sobre lo que sería la primera vacuna (AN1792). Desgraciadamente, los ensayos en humanos tuvieron que abandonarse al producir resultados catastróficos: el 6% de los voluntarios murieron por meningoencefalitis o hemorragias cerebrales.
Actualmente existen cuatro vacunas contra el Alzheimer que se encuentran en diferentes fases de ensayo y con resultados preliminares esperanzadores:
• La EB-101, iniciativa española que se está desarrollando en Estados Unidos, ha sido probada en animales transgénicos portadores de las principales mutaciones genéticas responsables de la enfermedad en seres humanos. Los ensayos en animales han mostrado un efecto dual; por un lado, los animales inmunizados no desarrollan la enfermedad a lo largo de su vida, y por otro, se comprobó que en los animales que manifestaban signos de degeneración cerebral, la administración de la vacuna reducía de forma espectacular los rasgos patogénicos genuinos que caracterizan a la enfermedad de Alzheimer en el cerebro.
Está a la espera de empezar los ensayos clínicos con humanos.
• La CAD 106, desarrollada en Estocolmo, y probada con enfermos de Alzheimer en fase leve o moderada, ha mostrado resultados esperanzadores, previniendo la aparición de placas amiloides, sin que los participantes mostrasen efectos adversos graves vinculados al fármaco.
• La AD03, dentro del proyecto europeo Mimovax, ha sido probada en 24 pacientes de edad avanzada con Alzheimer leve. Los resultados al cabo de 12 meses han mostrado seguridad y tolerabilidad de la vacuna. Los resultados previos habían mejorado la memoria espacial y el aprendizaje en animales transgénicos.
• Recientemente, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ha autorizado un ensayo para evaluar la tolerabilidad y seguridad de la vacuna ABvac40, diseñada para utilizarse en los estadios asintomáticos y preclínicos del Alzheimer, en los que los pacientes aún no manifiestan los signos característicos de la enfermedad, como la pérdida de memoria o la incapacidad de realizar movimientos voluntarios.
Estas vacunas suponen una gran esperanza para enfermos, familiares y cuidadores, pero de momento debemos mostrar prudencia al respecto, ya que todas se encuentran en fase experimental y aún tienen que demostrar sus efectos en personas que han desarrollado la enfermedad de Alzheimer.

Ana Molinero Crespo

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