Mi madre, con Alzheimer moderado, está tomando memantina. Quisiera que me diera su opinión sobre este medicamento y posibles efectos adversos, ya que desde que lo toma veo que su memoria va a peor.
¿Qué es la memantina y para qué se utiliza?
Efectivamente, la memantina es un fármaco indicado en las fases moderadas y graves de la enfermedad de Alzheimer. Su mecanismo de acción es antagonizar los receptores NMDA de Glutamato, y en los estudios realizados parece tener un efecto modesto, pero real, comparado con los pacientes que no toman nada, en la mejora de memoria, funcionalidad e impresión global de la situación general del paciente. Asimismo, hay estudios que indican que puede mejorar el curso de la enfermedad, en relación a una menor incidencia y gravedad de los síntomas neuropsiquiátricos y menor percepción de sobrecarga por parte del cuidador. En las fases moderadamente graves de la enfermedad puede combinarse con otro tipo de fármacos, los inhibidores de la acetilcolinesterasa (donepezilo, rivastigmina o galantamina).
Efectos secundarios de la memantina
En general, la memantina se tolera bien y los efectos secundarios pueden ser digestivos (náuseas, por ejemplo), mareos, cefalea, inquietud, etc., que suelen ser leves, desapareciendo con el transcurso del tratamiento, y minimizándose cuando se hace una subida progresiva de la dosis a administrar.
¿Es eficaz el tratamiento del alzheimer con memantina?
En cuanto a la eficacia del tratamiento del Alzheimer, no es una cuestión simple de evaluar. Hay que tener en cuenta varias circunstancias que le recomiendo analice con el médico responsable de su familiar. Por un lado, no todos los pacientes responden igual al fármaco. Por eso se recomienda reevaluar a los seis meses de tratamiento (tiempo mínimo para valorar). Dado que la enfermedad de Alzheimer es una enfermedad de evolución crónica y progresiva, lo normal es que un paciente sin tratamiento empeore con el paso del tiempo.
Por otro lado, la evaluación del paciente con demencia debe ser global, incluyendo el deterioro cognitivo, donde la memoria es una de las funciones cognitivas afectadas pero no la única (lenguaje, orientación, capacidad de juicio… son otras funciones afectadas en mayor o menor medida), la funcionalidad del paciente (independencia o no en actividades de la vida diaria), la presencia e intensidad de síntomas neuropsiquiátricos (delirios, alucinaciones, agitación, etc.), y la percepción global de médico y cuidador. Valorando todos estos parámetros, si el paciente está mejor, igual o ha empeorado menos de lo esperado, debemos entender que el tratamiento está siendo eficaz. Si se ha producido un empeoramiento significativo en los parámetros enunciados, congruente con la evolución natural de la enfermedad, entenderemos que el tratamiento está siendo ineficaz.
Dr. José Manuel Marín
Geriatra. Comité Científico kNOW Alzheimer