Mi padre, enfermo de Alzheimer, tiene el área del lenguaje muy afectada, por lo que apenas tiene conversación. Tengo dos hijos pequeños y mi padre cada día está peor con ellos, les riñe, les dice que no a todo, les «persigue» para fastidiarles y el otro día agarró muy fuerte a mi hija de la muñeca y la niña se puso a llorar. La situación se está volviendo insostenible. No sé cómo controlar esta situación anímicamente, ya que se me escapa de las manos, la parte más dolorosa es no reconocer a mi padre, un hombre que nunca y digo nunca nos grito de niños y, por supuesto jamás levanto su mano ni para un azote, un hombre que disfrutaba con los niños. Suelo anticiparme a las situaciones que le ponen nervioso y llevarme a mis hijos a otro lado, pero a veces es difícil. También al mayor, de cinco años, le he explicado un poquito qué le pasa al abuelo. ¿Qué puedo hacer?
En términos generales, es bastante común que las personas con demencia se muestren menos tolerantes y más irascibles con los niños. Tiene que ver, entre otras cosas, con sus dificultades de razonamiento y comprensión asociadas al deterioro cognitivo y emocional. Es importante que no considere que la actitud de él para con sus hijos es para fastidiarles sino, que es producto de la enfermedad. Comprendemos su dificultad para controlar la situación, no es fácil, pero seguro que tomando algunas medidas puede lidiar mejor con la situación. Por otro lado, también está claro que sus hijos necesitan aprender a vivir con esta nueva situación y quizás puedas explicarles que el abuelo está enfermo y que necesita de tranquilidad y mucho cuidado para que no se altere. Los niños deben enfrentarse a la verdad y a la realidad de la vida, esto forma parte de su crecimiento también.
Le sugerimos que no deje de visitarle, a él le viene bien y seguro que a usted y a sus hijos también. Sin embargo, es importante que elija momentos más cortos o en los que él esté más tranquilo y quizás visitarle sólo con un nieto a la vez para evitar demasiado estímulo. Intente hacer alguna actividad juntos, que les guste a todos y que impida que sus hijos estén demasiado activos, algo muy natural a su edad, pero que puede alterar mucho a su padre. Escuchar música, ver fotos, pasear, regar las plantas, etc., suelen ser actividades con las que ellos disfrutan mucho.
Rosa Mª Brescané
Representante de CEAFA. Comité Científico kNOW Alzheimer