¿Cuál es la importancia del óxido nítrico en la demencia tipo Alzheimer y en la demencia vascular?
El papel del óxido nítrico (NO) en el envejecimiento cerebral, neurodegeneración y desarrollo de demencia es controvertido. Se le atribuyen funciones fisiológicas (vasoactivas e inmunitarias, fundamentalmente), al tiempo que su exceso se relaciona con neurodegeneración y enfermedad de Alzheimer, al comportarse como un potente radical libre favoreciendo el estrés oxidativo, mecanismo patogénico implicado en la destrucción neuronal vía daño mitocondrial.
El NO es continuamente liberado por las células endoteliales vasculares, favoreciendo la vasodilatación y el aumento del flujo sanguíneo. En casos de patología vascular (HTA, dislipemia, etc.) y afectación de la microcirculación cerebral, su liberación disminuye, contribuyendo a la disfunción metabólica cerebral observada tanto en la Demencia Vascular como en la Enfermedad de Alzheimer. Para Louis Ignarro, Premio Nobel de Medicina 1998, la disminución de NO cerebral contribuye a la aparición de demencia.
Por otro lado, las alteraciones inflamatorias, presentes de forma constante en la enfermedad de Alzheimer, conducen a un exceso de NO a través de la microglía y la actuación de la óxido nítrico sintetasa. En estas circunstancias, se comporta como un potente radical libre con las consecuencias ya reseñadas.
Otro aspecto controvertido es su relación con la neuroplasticidad. Recientes estudios señalan el papel del NO como modulador de neurogénesis, comportándose como activador de la misma en determinadas circunstancias (situaciones de inflamación) e inhibidor en otras.
Parece claro que son necesarios más estudios que clarifiquen el papel del NO. Probablemente, como ocurre con numerosas sustancias, este rol no sea único y varíe en función de la localización cerebral, circunstancias añadidas (ámbito inflamatorio), etc.