Actividades de estimulación cognitiva con papel y lápiz
Muchas personas mayores en nuestro país tienen poca escolaridad. Esto quiere decir que, aunque sepan leer y escribir, a lo largo de su vida no han podido practicar mucho. Es por esta razón, en parte, por la que muchas personas con demencia temen enfrentarse a actividades de estimulación cognitiva de papel y lápiz, ya que las asocian a “ir a la escuela”. Por eso hay que ser cuidadoso a la hora de escoger la actividad: es mejor empezar por un ejercicio que sea sencillo, aunque debemos evitar material que pueda parecer infantil.
Existen múltiples opciones de cuadernos de actividades en librerías, internet… para trabajar la memoria, la atención, etc. Pero para poder escoger una actividad que pueda ser estimulante para nuestro familiar, podemos tener en cuenta los siguientes aspectos:
- ¿Sabe leer y escribir? Si no, evitar ejercicios con letra, a no ser que quiera/le apetezca practicar la escritura. En ese caso, se puede proporcionar ejercicios de copia de palabras, frases, números…
- Ofrecer varias opciones (no muchas: un par o tres está bien) para que pueda escoger.
- Garantizar que ve bien: cuidado con el tamaño de la letra, de las imágenes…
- ¿Entiende lo que debe hacer? Si no, tendremos que explicárselo. Y si le falla mucho la memoria, se tendrá que repetir.
- Intentar estar con él/ella (o cerca) por si necesita ayuda (si tiene dudas, o hace errores, para poder ayudar). Muchas veces es necesario un coterapeuta, es decir, una persona que guíe durante la actividad en caso de que necesite ayuda.
También podemos tener en cuenta lo siguiente:
- Buscar un momento del día en que la persona esté tranquila, sin nada pendiente y con tiempo por delante. No todos los momentos son buenos. Evitar ejercicios de estimulación cognitiva al final del día, cuando se está más cansado.
- Mejor poco y frecuente que mucho un en un solo día. Si forzamos a hacer mucha actividad en un día, va a fatigarse y a recordarla negativamente.
- Una actividad de papel y lápiz que dure entre 20 y 45 minutos es adecuado, pero también dependerá mucho de lo que aguante / tolere la persona.
- Si muestra signos de fatiga o falta de atención, hay que parar. Se puede proponer un cambio de actividad entonces (¿quieres parar?; ¿estás cansado?; no te preocupes, lo podemos dejar para otro día).
- Intentar siempre que termine la actividad satisfactoriamente, que esté contento/conforme de haberla realizado, aunque tenga fallos. A veces es útil terminar la actividad con alguna tarea más sencilla, que no le cueste mucho.
¿Es necesario que la persona con demencia sea consciente de sus fallos para que haga actividades de estimulación?
No. En general, es frecuente que una persona con demencia no tenga plena conciencia de la gravedad de los fallos, aunque pueda expresar preocupación por su estado. Esta falta de conciencia forma parte de la enfermedad y, por lo tanto, no hace falta que sea consciente de los fallos para que haga actividades de estimulación. Se pueden beneficiar tanto las personas con conciencia de enfermedad como las que no la tienen. No obstante, es cierto que una persona con conciencia de enfermedad probablemente tendrá más interés e iniciativa para hacer actividades de estimulación cognitiva, mientras que una persona que no tiene conciencia de sus fallos puede creer que no necesita hacer nada porque está bien.
El cuidador de la persona con demencia, ¿debe ser el coterapeuta en las actividades de estimulación?
Hemos dicho que durante las actividades de estimulación cognitiva es recomendable que haya alguien que guíe/ayude a la persona con demencia en caso de dificultades a la hora de resolverlas. Pero, a veces, para los familiares es emocionalmente desagradable darse cuenta de los fallos que pueda hacer la persona con demencia. Puede ser frustrante comprobar que nuestro familiar no entiende algo que a nosotros nos parece sencillo, que no recuerda detalles importantes, o que tiene problemas en tareas que antes podía hacer bien. Evitar expresiones tales como: ¿no lo ves?, ¿cómo es que no lo entiendes?, ¿no te acuerdas de lo que te he dicho?, ¿cómo puede ser que no te acuerdes del nombre de tu nieto?, ya que ponen en evidencia que tienen fallos (que no se acuerdan, que no saben…). Estos comentarios van a propiciar que no quiera seguir haciendo la actividad.
Entonces, aunque realizar ejercicios de estimulación cognitiva sea una buena recomendación para personas con demencia, éstas muchas veces van a necesitar un soporte durante la actividad que no todos los cuidadores pueden o están dispuestos a dar: esto se tiene que respetar. Es decir, no todos los familiares son buenos coterapeutas, ni están preparados para serlo. Y no pasa nada. Se pueden proponer otras actividades que impliquen menos carga para el familiar. A veces, otros familiares pueden ser más adecuados para este papel, por ejemplo, los hijos o nietos, en lugar de la esposa o marido de la persona con demencia.
En nuestra sección para cuidadores de Alzheimer puedes encontrar ayuda útil para el día a día con la persona que cuidas. El manual de ejercicios de estimulación cognitiva en casa te será muy útil y fácil de aplicar.
Objetivo de la estimulación cognitiva
¿Qué pasa si no hace correctamente la actividad? Comprobar que ha entendido lo que tiene que hacer. A veces una persona con demencia tiene dificultades para rectificar errores, y tiende a repetirlos. También es frecuente que no repasen lo que acaban de hacer o comprueben una segunda vez si todo está correcto. Debemos valorar la posibilidad de rectificarlo: no es necesario (y puede ser contraproducente) insistir demasiado en que tiene errores y hacerle rectificar. El objetivo de las actividades de estimulación cognitiva es que trabaje la atención, la memoria… Si ha trabajado en menor o mayor grado las funciones cognitivas, aunque sea con errores, está bien.
En resumen, las actividades de papel y lápiz pueden ser muy estimulantes, pero debemos estar alertas a las posibles dificultades que tiene la persona con demencia a la hora de resolverlas. El objetivo del coterapeuta será minimizar el estrés de afrontar una tarea nueva, facilitando su resolución.

Noemí Cerulla

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