Mi esposo tiene 58 años y le diagnosticaron Alzheimer, mi hijo tiene 14, yo quiero ser una buena madre, también una buena esposa, pero desde hace 2 años, nuestra vida cambió. No puedo aceptar que mi esposo se va a perder en ésta vida, que nos va a olvidar, es joven aún y lo necesitamos, pero hay días como hoy que siento que hago todo mal, ya no tengo buena relación con mi familia, siento que si lloro o le cuento ésto a otras personas no me van a entender, quisiera gritar, correr, esconderme, en realidad no sé que hacer. Es como si nadie entendiera lo que quiero decir, siento mucha tristeza por mis dos hombres, por mí, quiero que estén bien, pero no creo que sea su soporte. Tengo miedo y aunque no sé a quien le estoy escribiendo, gracias, porque tal vez cuando lean esto oren por nosotros.
Realmente no encuentro solución, es tanta mi confusión, el querer tener siempre una buena imagen, que ni siquiera sé que preguntar, hoy que tengo la oportunidad de hacerlo, sin mencionar la parte económica, gracias.
Es natural que pase por momentos de desánimo y temor ante lo que está viviendo y sienta angustia por lo que implica esta enfermedad tanto para su marido como para la familia en general. Si hace dos años recibió el diagnóstico, usted está viviendo un proceso de duelo que implica asumir la pérdida de aspectos de un proyecto de vida que, inevitablemente, será distinto al que usted imaginó. Este proceso implica sentir enfado, tristeza, temor e incluso negarse a lo que está ocurriendo y querer evitarlo, como también transitarlo hacia la aceptación del diagnóstico y los síntomas que está percibiendo en él. Es importante que acepte su propio tiempo y se permita sentir sin juicio ni autocrítica pues esto sólo agravará la situación.
Para cuidar de su marido es importante que también cuide de sí misma, lo que implica procurar evitar calificarse como buena o mala madre o esposa, usted hace lo que puede y sabe con los recursos que tiene en este momento, respetando su propio dolor y adaptación a la nueva situación. Si su forma de enfrentarlo es desde la exigencia y necesidad de perfección, el proceso de cuidado le resultará más difícil y se verá expuesta a una sobrecarga que no ayudará, sino más bien se transformará en un problema añadido.
Es necesario que, en la medida de lo posible, procure vivir el presente poniendo atención a todos aquellas capacidades que su marido aun preserva y manteniendo lo máximo posible la realización de actividades tanto como pareja como a nivel familiar que le nutran y le ayuden a todos a mantener el sentido vital tan importante para enfrentar una enfermedad de este tipo.
Es natural que se sienta incomprendida y que necesite desahogarse, por lo que le sugiero establezca contacto con alguna Asociación de Familiares (AFA) donde podrá encontrar a profesionales especializados y expertos en el tema como también a personas que han vivido o están viviendo lo mismo que usted. Si esto no fuera posible, sería importante que busque apoyo psicológico que le permita tener su espacio de contención y elaboración de esta nueva realidad que está enfrentando como también de algunas actitudes y autoexigencias que habría que confrontar para poder ver la utilidad de ellas y el efecto que podrían tener en usted y el resto de la familia.
Cuidar de una persona con demencia implica aprender a convivir con la enfermedad. Para ello necesitará información, formación, apoyo y especialmente ser paciente consigo misma confiando en que podrá asumir el desafío contando, entre otros, con su hijo que seguro podrá transformarse en un apoyo para usted en la medida de sus capacidades y etapa vital.
En relación a su marido, debe valorar el grado de consciencia de enfermedad y poder hablar de ella y de sus sentimientos en la medida de lo posible. El podrá expresarle sus necesidades y enfrentar esto juntos también será un importante apoyo mutuo. También es necesario buscar actividades de estimulación para su marido que son tan necesarias como la terapia farmacológica.
Le invito a que se descargue nuestro Curso de formación donde encontrará, especialmente en el Módulo 3, información sobre la experiencia del cuidador y algunas orientaciones sobre cómo prevenir la sobrecarga y cuidar de su marido tanto como a usted misma. Seguro que esto es lo que su marido quiere para él y para toda la familia.
Esperando haberle sido de utilidad, reciba un cordial saludo.

Claudia Morales Delgado

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