¿Qué aconseja hacer con la comunicación reiterativa, cuando dicen lo mismo muchas veces?
Comunicación con personas con Alzheimer
La persona enferma de Alzheimer experimenta cambios en su forma de expresarse y en la forma en que entiende a los demás, lo que dificulta el proceso normal de la comunicación. Esta progresiva incapacidad coloca a las personas de su entorno en la necesidad de aprender nuevas formas, más apropiadas, de comunicarse en ella.
Los cambios que experimentan son diferentes en cada persona, diferencias que se ven agudizadas en el momento en que se modifican sus condiciones físicas o su medicación. Por eso, comunicarse con una persona enferma de Alzheimer requiere de grandes dosis de paciencia y comprensión, ya que es un acto que ha de servir para transmitirle seguridad y confianza. Algunos aspectos básicos en los cambios en la comunicación son:
- · Dificultad para expresar ideas con las palabras adecuadas
- · Utilización de un vocabulario muy reiterativo
- · Uso de palabras inventadas para describir objetos cuyo nombre ya no recuerda
- · Perdida del hilo en la conversación de forma habitual
- · Dificultad para organizar las palabras en un orden lógico
- · Utilización de un lenguaje extremadamente sencillo
- · Uso de palabras malsonantes
- · Gesticulación creciente, que va sustituyen cada vez más a las palabras
En relación al problema que plantea, señalarle que en la comunicación con una persona con demencia, debe contarse debe con que habrá muchas repeticiones. Las personas que luchan contra el Alzheimer ni siquiera pueden recordar que ya han mantenido la misma conversación que ahora están repitiendo. Por lo tanto, dirán lo mismo y preguntarán lo mismo una y otra vez. Tenga en cuenta que cada vez que la persona le haga una determinada pregunta, para ella es una pregunta nueva. Usted debe actuar como si para usted también lo fuera. Esto ya le tranquilizara. Si le dice que ya le ha preguntado eso mismo antes o actúa con impaciencia –cosa que le hará creer que hay algo malo en la pregunta-, lo único que conseguirá será aumentar su ansiedad, su dolor y su miedo.
Es posible que le cuente las mismas historias una y otra vez. Debe recordar que el contenido no importa, lo importante es que ellos intentan conectar a través de la conversación. Intentan aferrarse a su identidad y a sus relaciones y saben que la conversación es esencial para lograrlo. Como su memoria operativa de trabajo (a corto plazo) no funciona demasiado bien y la transferencia de esta memoria la de largo plazo tampoco funciona, inician la misma conversación cada 5 minutos hasta que usted logra cambiar de tema o de actividad.
Lo mejor que puede hacer por ella es mostrarse igual de receptiva e interesada cada vez que la conversación se repita y no revelar a través de las palabras, los gestos, las expresiones faciales, el tono de tu voz o cualquier otra forma de expresión corporal que ya ha oído esa misma historia antes. De vez en cuando podría añadir algo como “creo que has mencionado eso antes y me interesa mucho porque…” y continuar hasta establecer una conexión. He aquí algunas posibilidades:
- · “…Yo también he…”
- · “…Mi abuelo también me hablaba de ello y me decía…”
- · “…Eso que dices me recuerda a…”
Si de este modo consigue llamar su atención, la conversación podría dar un giro, aunque fuera de forma momentánea. No obstante, no se sorprenda si vuelve al punto en el que estaba.
Cambiar de tema no siempre funciona, pero a veces vale la pena intentarlo. Por lo general, cuando una persona está estancada en el dolor, el miedo, la ansiedad, la pena o la frustración, el simple hecho de cambiar su foco de atención la alivia de algún modo. Esto nos funciona a todos. Sin embargo, para aquellos que sufren Alzheimer, el alivio puede ser total, incluso aunque solo sea con carácter temporal y, a veces, las personas que más se benefician del hecho de cambiar de tema son los propios familiares.
Existen diferentes formas de cambiar de tema. La forma más eficaz de hacerlo consiste en cambiar otra cosa primero, como podría ser la posición física de la persona. Si ambos estáis de pie proponle tomar asiento y si estáis sentados, sugiérele que os levantéis. Si estáis en una habitación, encuentra una razón para cambiar a otra, y si estáis mirando en una dirección, busca una excusa para ir a hacia otra. A menudo, el simple hecho de cambiar, o la razón que ha motivado el cambio. Se convierte en el próximo tema de conversación.
Otra forma de hacerlo es cambiar de actividad. Si estáis paseando, busca un lugar donde sentaros. Si, por el contrario, estáis sentados, id a dar un paseo. Deteneos y hablad con alguien.
La tercera forma de hacerlo es introducir otro tema de conversación. Ese nuevo tema podría estar relacionado con algo de lo que ya se ha hablado o con algo similar que le haya ocurrido a usted. También podría hacerle un cumplido por cómo va vestida o pedirle un consejo.
Otra posible forma de cambiar el tema de conversaciones hablarle de lo cansada que estas después de un largo día de trabajo, decirle que le gustaría limitarse a permanecer sentada tranquilamente a su lado, descansar un poco y preguntarle si le parecería bien que lo hiciera. Luego dele las gracias por ayudarle.
La comunicación con una persona con demencia es uno de los mayores retos a los que nos podemos enfrentar. Y. sin duda, es un proceso de aprendizaje constante en el que la familia ira aprendiendo con la practica a medida que va reconociendo y se va adaptando al deterioro asociado a la enfermedad. Mantenga la comunicación no verbal, cuando la verbal sea más complicada, esto estimulará la memoria emocional que es la última que se pierde y la que nos conecta con lo más íntimo de la persona a quien cuidamos..
Esperando haberle sido de utilidad, reciba un cordial saludo.

Claudia Morales Delgado

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