Buenas, mi abuela tiene Alzheimer pero está ya en una fase avanzada; antes pintaba, leíamos… pero desde noviembre ya no quiere hacer nada y si le insisto en que lo haga, se enfada y se altera mucho. Me gustaría que me dijesen qué hacer, si es mejor estar encima de ella para que haga algo o la dejo.
Durante la evolución de una demencia es muy frecuente que el paciente tenga periodos en los que muestra apatía, tristeza, inquietud o agresividad (verbal o física). Cuando se les propone algo y no comprenden las órdenes, o no son capaces de llevar a cabo una tarea, pueden tener reacciones de enfado e incluso agresividad. Cuando la enfermedad produce alteraciones del lenguaje, en la capacidad para hablar y para comprender, la comunicación entre el enfermo y las demás personas resulta difícil.
Situaciones como no seguir las rutinas habituales (tanto en horario como en actividades), cambios del entorno habitual, hablarle al paciente en tono alto o deprisa, solicitarle actividades para las que ya no está capacitado, entre otras, pueden facilitar la alteración de la estabilidad emocional del paciente. Algunas actitudes que pueden atenuar las alteraciones de conducta son: respetar horarios, evitar cambios en el entorno habitual, hablarles despacio, no insistir en aquello que rechace (esperar unos minutos y volver a intentarlo, si cumple la tarea premiarle, por ejemplo con un gesto de aprobación), intentar estímulos como revisar un álbum de fotos, tareas sencillas, juegos simples con componentes que pueda manipular, tareas que antes le gustaban (leer, escribir, dibujar o pintar, hacer punto, cuidar el jardín, oír música…, programar paseos por lugares conocidos… Con el avance de la enfermedad no sólo no son capaces de adquirir nuevas habilidades, sino que también los pacientes van perdiendo las ya aprendidas. Si no lo hace bien, le ofreceremos supervisión y ayuda, hasta que no sea capaz de realizar la tarea.