Cuido de mi madre, que tiene 81 años y padece Alzheimer hace 6 años. Últimamente no quiere levantarse de la cama por las mañanas. ¿Qué puedo hacer?
A la enfermedad de Alzheimer normalmente la asociamos a una pérdida de memoria, lenguaje, cálculo, etc. Sin embargo, ese suele ser sólo el primer síntoma, ya que es mucho más compleja que eso y afecta tanto a otras capacidades cognitivas como aspectos emocionales, conductuales y motores. Dado que es una enfermedad que implica un deterioro progresivo y continuo en el tiempo, también el proceso de aceptación de la familia va acompañando a cada nueva pérdida, pues una vez que se ha aceptado y asimilado una nueva fase, la enfermedad avanza y aparece otra pérdida lo que implica una nueva adaptación de su entorno. Muchas personas enfermas muestran una tendencia a la apatía y a mantenerse encamados.
Efectivamente, es preferible retrasar lo máximo posible este estado, sin embargo, tampoco podemos obligarles si ese es su deseo. Si usted promueve que se levante a través de excusas (que le ayude en la casa, que la acompañe a comprar el pan, que la acompañe a dar un paseo, etc.) y aun así no lo consigue, le sugiero que la estimule a levantarse y dar paseos por la casa aunque luego vuelva a acostarse. Lo que tenemos que evitar es que se anquilose y el exceso de cama pase factura a nivel motor, digestivo y dermatológico. En ocasiones, ellos se resisten a caminar por temor a caerse o incluso de que otras personas les vean deteriorados y dependientes. Si no quiere hacer ejercicio en casa, también existen movimientos de gimnasia pasiva que son recomendados, en los que usted misma promueve el movimiento y con eso previene la pérdida de masa muscular, aunque también este estado suele ser un síntoma añadido de demencia.
Rosa Mª Brescané
Representante de CEAFA. Comité Científico kNOW Alzheimer