¿Podría la anestesia general aumentar el riesgo a medio y largo plazo de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias? Los anestésicos inhalatorios son muy liposolubles y acceden rápidamente al cerebro en alta concentración; actúan sobre receptores y canales iónicos, afectando no solo a la conciencia, también a la hemodinámica, la regulación de la temperatura y la función inmunológica. Por ello, algunos autores han propuesto la hipótesis de que la anestesia general puede contribuir a la patogénesis de enfermedades neurodegenerativas.
Diversos estudios mostraron que agentes anestésicos pueden promover la oligomerización de βA (betaamiloide). Halotano, desflurano e isoflurano aumentan la formación de fibrillas y citotoxicidad de βA. Animales con Alzheimer preexistente tienen más riesgo de sufrir efectos nocivos de algunos anestésicos volátiles. En la enfermedad de Alzheimer hay depósitos intracelulares de proteína tau hiperfosforilada. Anestésicos volátiles inducen hiperfosforilación de tau. Múltiples exposiciones a isoflurano se asocian con agregación elevada de tau en ratones transgénicos
La disfunción cognitiva postoperatoria es una complicación común tras la cirugía con anestesia, y afecta sobre todo a la memoria. Estudios experimentales muestran una asociación entre anestésicos y mecanismos moleculares de Alzheimer, lo que apunta a relación entre anestesia, cirugía y demencias. Muchos pacientes ancianos tienen alteraciones en la memoria, la concentración y la atención después de cirugía con anestesia
Algunos estudios sugieren que la exposición a la anestesia puede incrementar el riesgo de padecer enfermedad de Alzheimer. Buffill y cols. encuentran que la anestesia general se asocia a riesgo mayor de desarrollar enfermedad de Alzheimer; Bohnen y cols. encuentran correlación inversa entre la edad de aparición de enfermedad de Alzheimer y la exposición acumulativa a anestesia general y espinal antes de los 50 años. Lee y cols. evaluaron en una población quirúrgica la asociación entre desarrollo de demencia y cirugía de revascularización coronaria (CABG) bajo anestesia general, y la compararon con la relación entre demencia y angioplastia coronaria transluminal percutánea (ACTP) bajo sedación leve en una cohorte de pacientes cardíacos no quirúrgicos. El riesgo para enfermedad de Alzheimer asociada a CABG vs. ACTP fue de 1,71, lo que sugiere que algún aspecto de la cirugía CABG conduce a aumento tardío del riesgo de demencia.
Sin embargo, la influencia de la anestesia en esta asociación no es clara y resulta difícil de evaluar. El mismo grupo examinó riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer en pacientes con cirugía de hernia bajo anestesia general o regional, y en pacientes con cirugía de próstata bajo anestesia general o regional. Expuestos a anestesia general presentaban riesgo menor de enfermedad de Alzheimer y demencia, lo que apoyaba que la anestesia general no predispone a enfermedad de Alzheimer, como comunicaron otros autores. Sin embargo, Tang y cols. observan en 11 pacientes sin enfermedad de Alzheimer con drenaje intratecal para cirugía marcadores de neuroinflamación (S100β y TNFα) y patología de enfermedad de Alzheimer (tau total y fosforilada), que aumentaron en líquido cefalorraquídeo tras cirugía con anestesia.
La apolipoproteína E (APOE), cuyo gen presenta tres alelos: APOE-ε2, APOE-ε3 (el más común) y APOE-ε4, tiene un papel importante en procesos de mantenimiento y reparación celular del sistema nervioso central. APOE-ε2 y APOE-ε3 parecen más efectivos que APOE-ε4 en el proceso normal de mantenimiento y reparación de las células; APOE-ε4 puede ser perjudicial en estos procesos. APOE-ε4 ha sido vinculado a enfermedad de Alzheimer y a la disfunción cognitiva que se manifiesta tras una cirugía, en particular con anestesia inhalatoria; también a manifestaciones de delirio en pacientes gravemente enfermos y en etapa postoperatoria.
Los ancianos sometidos a anestesia general tendrían un riesgo superior en un 35% de padecer demencias a medio y largo plazo, según un estudio de la Universidad de Burdeos (Francia), que analizó el riesgo de demencias asociado a anestesia general en 7.008 pacientes mayores de 65 años (edad media: 72 años). Los participantes siguieron controles regulares, se les hacía un examen cognitivo completo buscando síntomas de demencia, y se les preguntaba si habían sido sometidos alguna vez a anestesia general o local. De todos ellos, 632 (9%) desarrollaron algún tipo de demencia durante ocho años de seguimiento (284 probables Alzheimer, 229 posibles y 120 otros tipos de demencias). Los que habían sido sometidos al menos una vez a anestesia general tenían un 35% más riesgo de padecer algún tipo de demencia, datos que apuntan a mayor riesgo de demencia años después de anestesia general.
En 2016 se publicó un estudio de de la Clínica Mayo, en que los investigadores siguieron a 1.731 personas de 70-89 años (edad media 79 años), que tenían cognición normal cuando el estudio comenzó. El 85% se sometieron al menos a una cirugía con anestesia general tras los 40 años. El 31% desarrolló deterioro cognitivo leve durante el seguimiento medio de 4,8 años, pero no se asoció con el número de exposiciones a la anestesia ni con el tiempo acumulativo de exposición. El riesgo no fue mayor en pacientes que habían pasado por el quirófano más allá de la cuarta década. Sin embargo, dicen los autores, “no podemos descartar totalmente la posibilidad de que la anestesia quirúrgica, y muy especialmente en cirugía vascular, no suponga un riesgo para la función cognitiva cuando el paciente que va a ser intervenido ya ha cumplido los 60 años” […] ”que pudiera haber un mayor riesgo en los mayores de 60años no debería sorprendernos. Necesitamos más estudios al respecto”.
Benavides- Caro publicó en 2016 una revisión de la relación entre anestesia y deterioro cognitivo/demencia. Hay relación entre anestésicos, cirugía y deterioro cognitivo en estudios in vitro y en animales. Algunos agentes utilizados en anestesia general parecen tener efecto negativo en estructuras neuronales: alteraciones en crecimiento axonal y formación de redes neurales, crecimiento desorganizado de axones, apoptosis, alteración en telómeros y en áreas críticas de memoria.
En resumen, se ha incrementado en los últimos años el interés por la posible relación entre anestesia y aparición y evolución de enfermedades neurodegenerativas. La evidencia de estudios in vitro y modelos animales sugiere claramente una posible vinculación; sin embargo, los resultados contradictorios en modelos humanos requieren más investigación sobre esta posible asociación.

Rosa María Rodríguez Fernández

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