Mi madre tiene arterioesclerosis y demencia senil, tiene 88 años y lo que más me cuesta manejar con ella son los episodios de tristeza continuados, sin siquiera poder expresar la razón. Quisiera conocer ejercicios o juegos que le sean atractivos para distraerla de esa tristeza; he intentado con juegos de memoria, lego, puzzles, baraja, incluso masa de moldear, pero ella se molesta porque son juegos de niños.
Efectivamente, la mayoría de las personas mayores rechazan las actividades infantiles que pueden usarse para estimular. Por este motivo, los profesionales proponen actividades de estimulación que puedan realizarse naturalmente y en coherencia con las actividades diarias. Dependiendo del estado físico y cognitivo de su madre son varias las actividades que pueden realizarse:
- Mirar fotos antiguas, estimulando a que cuente historias que recuerde en relación a esa imagen.
- Escuchar música, especialmente aquella que le haya gustado en su juventud, posiblemente las que tenga mejor almacenadas en su memoria emocional.
- También a través de la música, si su estado lo permite, puede estimular el movimiento, siguiendo el ritmo con manos y pies, por ejemplo. Lo más importante es que usted recuerde lo que a ella le gustaba hacer antes y dirigir las actividades de estimulación en esa línea.
- Incluirla en el trabajo de casa: doblar la ropa para la plancha, hacer trabajos sencillos de la cocina, regar y cuidar las plantas, etc.
- Al vestirla siempre recuerde los nombres de los objetos y vaya describiendo lo que hace para que ella también lo recuerde.
- También sugerimos que se le haga una pequeña maleta con objetos especiales para ella, seguro que encontrará unos cuantos.
Por último, comprendo su deseo de evitar el dolor y la tristeza en su madre, pero esas expresiones también son naturales y como tales se le debe permitir la expresión. Si no son muy recurrentes (que podría valorar el médico tratante la prescripción de un antidepresivo), en esos momentos abrácela, tóquela y dígale que ustedes estarán siempre con ella, eso puede disminuir su angustia. Por otro lado, los despertares nocturnos también son comunes, aunque si cada vez que se levanta es para ir al baño, quizás tendría que revisar si está bebiendo mucho líquido después de la tarde o tuviese alguna infección urinaria que le obligue a orinar frecuentemente. Esto también sería adecuado que lo valorara su médico.